El parto postérmino es aquel que sucede posterior a las 41.6 semanas de gestación.
De igual forma, se le considera ‘parto posmaduro’, debido al tiempo de gestación que presente el bebé.
En el siguiente post, explicaremos ¿qué es el parto postérmino?, además, de algunas consideraciones sobre este evento materno-infantil.
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¿Qué es el parto postérmino?
Es el parto que transcurre posterior a las 42 semanas de gestación.
Por su parte, las condicionantes que prevalecen en el retardo de la gestación final, se deben a múltiples causas, inclusive, algunas desconocidas.
A su vez, el parto normal debe transcurrir entre las 37 hasta máximo 41.6 semanas, antes de ese evento, se le conoce como parto pretérmino y si es posterior, postérmino.
Causas del parto postérmino
Las causas que determinan un parto posmaduro, son desconocidas, y se refiere más a los factores o condicionantes que pueden incidir en este evento materno-infantil.
Desde las condiciones maternas hasta las propias del bebé, tienden a presentar para el parto postérmino.
Entre los factores de riesgo del parto postérmino, podemos citar las enfermedades metabólicas en la madre como diabetes mellitus y obesidad.
A su vez, el primer embarazo en una mujer nulípara, puede condicionar al parto posmaduro, aunque, este aspecto del todo no se cumple.
De igual forma, la edad materna influye y a medida, que la embarazada tenga una edad extrema, las probabilidades del posmaduridad aumentarán.
Asimismo, la prevalencia del sexo del bebé condicionan en cierta medida a la aparición de este evento, aunque, no es un patrón obligatorio, siendo con mayor frecuencia en el primer hijo varón.
Hallazgos de posmaduridad
En ocasiones, el saber si un parto es posmaduro, se basa simplemente en el período de gestación o el tiempo.
Sin embargo, existen hallazgos que determinan que un embarazo vaya en vía de posmaduridad.
Por ejemplo, una piel seca y laxa en una embarazada, puede ser un indicativo de un embarazo prolongado.
Entretanto, los hallazgos ultrasonográficos, pueden determinar en gran medida, algunos patrones de posmaduridad, aunque, es visible, una vez ocurrido el parto.
Por otro lado, hay resequedad en piel y uñas de la mujer embarazada, además, de escasez en grasa cutánea.
Diagnóstico de parto postérmino
El primer hallazgo indicativo hacia el diagnóstico es la edad gestacional. En el embarazo prolongado supera las 41.6 semanas de gestación.
Otro hallazgo indicativo que nos acerca al diagnóstico, es el aspecto físico del bebé, que en el embarazo postérmino, que posee una fascie senil o arrugada.
Asimismo, la piel del bebé se torna con un tinte amarillo, que puede ser intenso, debido a la alta concentración de bilirrubina.
Por otro lado, las uñas del bebé se observan de mayor tamaño y con tinte pardo, debido a la expulsión del meconio.
El meconio es la primera evacuación (heces) del bebé, que en los partos posmaduros se expulsa en el útero materno, provocando complicaciones al neonato.
Tratamiento en el parto posmaduro
Es fundamental, mantener estricta vigilancia en el parto postérmino, en especial, la condición respiratoria y metabólica del bebé.
Por consiguiente, el médico mantendrá un monitoreo frecuente al bebé, y determinar si hay existencia de sufrimiento fetal o expulsión del meconio.
Por su parte, el seguimiento econosográfico es de vital relevancia, para la medición del bebé y si existen signos que determinen sufrimiento fetal.
De igual manera, el ecograma determinará si existe disminución del líquido amniótico y trabajar en función al diagnóstico final.
Cuando ocurre el parto, se debe vigilar estrictamente la condición respiratoria, cardíaca y metabólica del bebé.
Por ende, se realiza seguimiento de laboratorio, para corroborar o descartar, hipoglicemia neonatal, una condición muy regular en los bebés posmaduros.
Recomendaciones
Prevenir el parto postérmino es fundamental, sabiendo con exactitud su fecha probable de parto y el seguimiento por control prenatal.
De hecho, si existen condiciones que favorecen al parto antes de la posmaduridad, el médico tomará la decisión de adelantar el trabajo de parto.
En ese mismo orden de ideas, la ecografía es fundamental, no solo para tener una apreciación de la edad gestacional, sino, también verificar si hay signos de envejecimiento placentario.
Para concluir, el parto postérmino puede prevenirse y dependerá de las condiciones maternas y fetales en el curso de la llegada del bebé al medio extrauterino.
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