La incompatibilidad Rh y ABO afecta tanto a los grupos sanguíneos y el factor en la madre y el feto, siendo, una de las principales afecciones en el embarazo.
En términos generales, existen cuatro grupos sanguíneos: A, B, AB y O, además, de dos factores Rh: positivo o negativo.
Partiendo de estas generalidades, abordaremos la incompatibilidad Rh y ABO en el embarazo. ¡Comencemos!
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¿Qué es la incompatibilidad Rh?
Se denomina ‘incompatibilidad Rh’ al proceso donde la madre es de un Rh negativo y el bebé es positivo.
Por lo tanto, el cuerpo reacciona de manera agresiva a la sangre fetal, simulando la entrada de agentes externos o patógenos.
Sin embargo, estas manifestaciones se presentan en la segunda gestación, siendo, el primer embarazo sensibilizado a estos cambios.
¿Qué es la incompatibilidad del Grupo ABO?
En cambio, si hay alteración en el grupo sanguíneo o ABO, donde la madre es un tipo de sangre distinta a la del bebé, podría provocar una reacción autoinmune.
Por ende, si la madre es del Grupo sanguíneo O y el bebé es A o B, podría haber una reacción inmunitaria, donde los anticuerpos maternos atacan a la sangre del niño.
De este modo, originaría una complicación denominada enfermedad hemolítica del recién nacido o eritoblastosis fetal.
Enfermedad Hemolítica del Recién Nacido
Causas
Esta afección se desarrolla como complicación de una embarazada, al poseer un tipo de sangre con Rh negativa y el bebé es positiva.
Como anteriormente se dijo, esta alteración se presenta en el segundo embarazo o gesta, siendo sensibilizado el primero.
Por consiguiente, las células sanguíneas de la madre tomarán como intruso a la sangre del bebé, generando que los anticuerpos maternos ataquen a la circulación fetal.
Seguidamente, la destrucción de los glóbulos rojos o eritrocitos, provoca la aparición de bilirrubina, por ende, el bebé se pone amarillo o con tinte ictérico.
Si se presenta manifestaciones en el primer embarazo de un niño vivo, significa, que hay antecedentes de abortos espontáneos o interrumpidos.
Síntomas
Los síntomas que se presentan por la incompatibilidad Rh y ABO, son escasos, pero se desarrollan si existen complicaciones como la hemolisis del recién nacido.
De esta manera, pueden aparecer síntomas leves hasta severos, lo cual, en su forma aguda, solamente hay destrucción de los glóbulos rojos y es compatible con la vida.
A su vez, hay presencia de aumento de la bilirrubina, es decir, el bebé tiene una coloración amarilla en la piel, mucosas y la esclerótica.
Entretanto, hay disminución del tono muscular o hipotonía, letargo y retraimiento, estos se ven en los casos moderados a severos.
Diagnóstico
Para determinar la presencia de incompatibilidad Rh y ABO, es necesario, realizar pruebas que determinen el grupo y factor tanto de la madre como el padre.
Posteriormente, si hay un aumento del líquido amniótico detectado en la ecografía, es fundamental, la aplicación de la prueba Coombs directa.
La prueba de Coombs directa detecta los niveles de anticuerpos maternos en la superficie de los eritrocitos (glóbulos rojos).
En cambio, la prueba de Coombs indirecta detecta la presencia de anticuerpos flotantes en la sangre, esto se realiza en caso que haya rechazo a una transfusión sanguínea.
Por otro lado, estas pruebas determinan si hay signos de destrucción de los hematíes del bebé y niveles altos de bilirrubina, debido a la hemolisis.
Tratamiento
El tratamiento preventivo de la incompatibilidad Rh y ABO es mediante la colocación del RhoGAM, siendo el pilar de la terapéutica.
Por otro lado, después del nacimiento, el bebé con bilirrubina elevada e icteria, se les indica fototerapia, además, de implementar un tratamiento parenteral con inmunoglobulina IV.
A su vez, si los bebés entran en los casos más severos, es necesaria, la exsanguinotransfusión para reducir los niveles altos de bilirrubina sanguínea.
Complicaciones
Dentro de las posibles complicaciones de la incompatibilidad Rh y ABO podemos citar, hidropesía fetal o hinchazón del bebe por retención de líquidos.
Otras de las complicaciones, es la acumulación de los depósitos de bilirrubina en el cerebro, dando la presentación de querníctero.
A su vez, puede existir daño cerebral, en la coordinación de los movimientos, retraso mental, convulsiones y de la esfera cognitiva.
Por lo general, estos bebés evolucionan bien y su pronóstico no es malo, si se evita las complicaciones y la terapéutica preventiva es precoz.
Autora: Marines Boy de García
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