Las enfermedades transmisibles son infecciones que pueden afectar la salud de la madre y del bebé, siendo una de ellas, la hepatitis B en el embarazo.
La hepatitis B es una infección viral del virus hepatotrópico de la hepatitis, que afecta tanto a la mamá como al bebé.
Su modo de transmisión es sexual, parenteral o por compartir jeringas usadas y transfusiones sanguíneas.
A su vez, se produce la transmisión al bebé, desde el momento del parto, o cuando el virus pasa la barrera hematoplacentaria durante el embarazo.
En cuanto a su prevención, se indican tratamientos profilácticos, como la vacuna contra la hepatitis B, además, de medicamentos que controlen la acción viral.
Para descubrir más acerca de esta afección, traemos este post, acerca de la hepatitis B en el embarazo.
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¿Qué es la hepatitis B?
Es una enfermedad viral, causada por el virus de la hepatitis, tipo B, siendo el más complejo de su familia.
Por su parte, este virus pertenece a los que codifican el ADN, formado en su conjunto por un núcleo viral y una cadena circular bicatenario y DNA polimerasa, replicándose dentro de los núcleos de los hepatocitos infectados.
De tal manera, una vez que afecta a las células del hígado, estas se inflaman y con el paso del tiempo, provoca una necrosis (muerte del tejido hepático).
Causas
Su principal causa es el virus de la hepatitis B (HBV), además, es el segundo más frecuente, solo superado por la hepatitis A.
Entre los factores de riesgo de la hepatitis B, están enfermedades del colágeno, transmisión sexual, compartimiento de inyectadoras contaminadas, personal que está en contacto con la sangre y de madre e hijo.
Con respecto a la transmisión vertical o de madre a hijo, se produce cuando la mamá es portadora del virus de la hepatitis B y le transmite a través del canal del parto o en contacto de sangre contaminada.
Asimismo, si no se toman los correctivos pertinentes, puede haber transmisión placentaria, aunque, con la aparición de la vacuna anti hepatitis B, la tasa de contagio ha disminuido.
Por otro lado, según estudios, se estiman casos de hepatitis B, sin ningún tipo de patología asociada o agente causal.
Síntomas de la hepatitis B en el embarazo
Al igual que cualquier hepatitis viral, produce desde síntomas inespecíficos hasta una fase aguda fulminante, en especial, en los adultos mayores.
En las embarazadas, suele ocurrir con los síntomas propios de una hepatitis viral, es decir, malestar general, fiebre, náuseas, vómitos, dolores musculares, fatiga y anorexia.
En cuanto a la ictericia (color amarillo de piel y mucosas), de aparecer después de los síntomas iniciales, y persistir, al menos, seis meses.
Por su parte, si el bebé contrae hepatitis B, tiene mayor posibilidad de tener componente inmunológico o desarrollar la fase crónica de la enfermedad, al menos en un 10% de los casos diagnosticados.
En caso de una hepatitis viral B crónica, hay aparición de cirrosis hepática y en algunos casos, evolucionar a un cáncer hepatocelular.
Diagnóstico de la hepatitis B
Para corroborar la impresión diagnóstica de hepatitis B, se deben realizar diversas pruebas que van desde la serología hasta los anticuerpos hepatitis.
Entre los exámenes para identificar la hepatitis B, se indican IgM contra la hepatitis A-B-C y anticuerpo IgM en el núcleo de la HVB.
Si la sospecha es alta de hepatitis B, se indican los antígenos y anticuerpos selectivos como la HBsAG, HBcAb y HBeAg.
Por su parte, se indican otras pruebas analíticas como la ALT, AST, bilirrubina sérica, fosfatasa alcalina, albumina y los tiempos de coagulación.
Tratamiento
Para el tratamiento de la hepatitis B en el embarazo, se deben ordenar, en dependencia, de la fase que se encuentre.
Las medidas generales es evitar el alcoholismo, reposo en cama, dieta especializada baja en grasa y seguir los lineamientos y recomendaciones del embarazo.
Por otro lado, se debe tener en cuenta la aparición de lesiones hepáticas y de la fase fulminante, donde el tratamiento va desde los análogos de nucleósidos hasta el trasplante hepático.
Como medida de prevención, se debe evitar el uso de agujas compartidas, sexualidad responsable y regular los hábitos tóxicos, en especial, durante el embarazo y lactancia.
Finalmente, la vacuna contra la hepatitis B ha sido un método que disminuyó el aumento de casos, siendo su dosis inicial en el nacimiento, confiriendo inmunidad vitalicia.
Autora: Marines Boy de García.
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