Una de las enfermedades cancerígenas que afectan a la mujer, sobre todo, en edad fértil, es el cáncer de cuello uterino o cervical, siendo una entidad de preocupación en la consulta ginecológica.
Por lo tanto, en el siguiente artículo, abordaremos sobre las causas, síntomas y tratamiento del cáncer de cuello uterino. ¡Acompáñanos!
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¿Qué es el cáncer de cuello uterino?
Es una enfermedad que se caracteriza por la presencia del crecimiento anormal o tumor en la porción baja y exterior del útero, llamado cérvix.
Esta región anatómica se ve afectada, frecuentemente por gérmenes y agentes virales o micóticos, que de no tratarse a tiempo, podría alterar la constitución celular de esta área.
Factores de riesgo y causas
Entre los principales factores de riesgo de cáncer de cuello uterino, podemos mencionar las siguientes:
- Múltiples parejas sexuales o promiscuidad
- Relaciones sexuales a temprana edad o precozmente
- Antecedentes familiares de cáncer de cuello uterino
- Sistema inmunológico deprimido, en especial, si existen enfermedades concomitantes como: VIH-SIDA, otros tipos de cáncer, patología autoinmunes.
- Tabaquismo
- Drogadicción
- Relaciones sexuales sin protección y con más de una pareja.
En cuanto a la causa principal, se potencia con los factores de riesgo identificados previamente, siendo el agente el virus del papiloma humano o VPH.
El VPH es uno de los transmisores de enfermedades de origen sexual más comunes y cuya actividad, puede conllevar a la presencia de verrugas en la zona intima externa e interna.
Síntomas del cáncer cervical
Inicialmente, la paciente no experimenta ningún tipo de síntomas, lo cual, puede pasar desapercibo en el curso de la enfermedad.
A su vez, la primera referencia o síntoma es un sangrado vaginal anormal o atípico que no se corresponde con la menstruación.
Aunque, en caso de aparición de menstruación, puede confundirse y crear un concepto erróneo, dando un periodo de latencia a la patología.
Otros de los síntomas de cáncer de cuello uterino, es la manifestación de dolor durante las relaciones sexuales que se irradia a la región baja de la espalda.
Por otra parte, la paciente puede manifestar hinchazón en las piernas y una secreción serohemática y en algunas ocasiones, purulenta, con un olor fétido característico.
En los estadíos avanzados, hay manifestaciones urinarias o mejor dicho, signos de obstrucción y extensión de síntomas paraneoplásicos.
¿Cómo se diagnostica el cáncer de cuello uterino?
Es fundamental, acudir sistemáticamente y regularmente a la consulta de ginecología para la realización de pruebas exhaustivas como la citología.
Se recomienda la realización de la citología al menos una vez al año para despistaje de enfermedades genitales.
Sin embargo, ante la presencia de un sangrado anormal o que no corresponda con la menstruación, es fundamental, asistir de inmediato al ginecólogo.
De esta manera, el médico practicará una prueba que se denominado ‘Papanicolaou’ y consiste en la toma de la muestra del cuello uterino para su posterior evaluación.
Este método es efectivo y detecta al menos el 85% de los casos en fases iniciales de la enfermedad, a su vez, de detectar otras alteraciones como micosis vaginal, bacteriosis y displasias.
Por otra parte, la biopsia de una muestra que haga sospechar del cáncer cervical es fundamental para la determinación de un diagnóstico preciso.
Para ello, se emplean dos métodos el legrado endocervical y el sacabocados, esta última, apoyándose con un colposcopio en aumento.
Cabe resaltar, que la biopsia puede causar dolor y en algunas ocasiones, hemorragias.
Por otro lado, si el diagnóstico es incierto, se recomienda la conización, un método que consiste en la toma de un tejido grande en forma de cono.
En cuanto a la clasificación del cáncer de cuello uterino se da en cuatro etapas o estadíos:
- Etapa 1: si se delimita en el cuello uterino
- Fase 2: si se extiende por fuera de la cavidad uterina y alcanza al menos dos tercios superiores de la vagina.
- Etapa 3: En caso que el cáncer se extienda hacia la pelvis o tercio inferior de la vagina.
- Fase 4: Si alcanza órganos adyacentes y distantes.
Pronóstico del cáncer cervical
Dependerá de la fase o etapa en la que se encuentra la afección y la respuesta al tratamiento.
Por ejemplo: la etapa 1 supone mayor supervivencia al alcanzar entre un 80 y 90% de los casos diagnosticados.
En la fase 2, el porcentaje se reduce entre un 60 al 75% y en la 3, llegar al 40%
Finalmente, la supervivencia disminuye en la etapa 4 constituyendo un porcentaje de menos del 15%.
Tratamiento del cáncer de cuello uterino
Como medidas preventivas, es menester la vacunación contra el VPH, la cual, es indicada a partir de los 10 años, especialmente, antes de iniciar las relaciones sexuales.
En casos de menores de 15 años, la vacuna se administra en dos dosis con un intervalo de 6 a 12 meses.
Por otra parte, en mayores de 15 años, se aplican tres dosis de la vacuna VPH, las dos primeras con un intervalo de dos meses y la última, seis meses después de la primera dosis.
A su vez, se debe concientizar en el sexo seguro o con métodos de barreras (condones o preservativos) en caso que existan múltiples parejas sexuales.
Ahora bien, como tratamiento del cáncer cervical se considera según la fase o etapa de la enfermedad y se da tres pilares como cirugía, radioterapia y quimioterapia.
En caso de la cirugía, se considerara la extirpación del útero o histerectomía, siempre y cuando la paciente tenga intención de tener hijos.
Sin embargo, el tratamiento dependerá de la extensión de la enfermedad y la respuesta a la terapéutica inicial.
Autora: Marines Boy de García
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